Todas las etapas, desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela.
1ª etapa (Avilés-Monasterio de Cornellana):
Salimos de Avilés, y recorremos unos 27km por la llamada “Ruta del agua”, que es una senda preciosa rodeada de vegetación, hasta llegar al pueblo de Peñaullán. Allí comemos y hacemos una parada de hora y media en un restaurante de carretera, donde nos espera el camión de apoyo. Después del descanso proseguimos la marcha con mucha tranquilidad, ya que sólo nos separan unos13 km a nuestro destino, Monasterio de Cornellana. En Monasterio nos alojamos en un albergue excelente, en el que tenemos todo lo necesario para nosotros, un buen lugar donde dejar los caballos y sitio para aparcar el camión.
Después de duchar los caballos, darles su pienso, y dejarlo todo preparado para el día siguiente, dimos buena cuenta de la comida que muy amablemente nos había preparado el conductor del camión en sus correspondientes mesitas de campamento. Tras la cena, salimos a tomar unas copas y pronto para la cama, que toca madrugar.
2ªetapa (Monasterio de Cornellana-Campiello):
Al día siguiente a las 8h. ya estábamos todos montados y animados a continuar la marcha. En esta etapa pasamos por Salas. La comida de mediodía la hacemos al lado de la Capilla.de San Roque, en La Espina (Concejo de Tineo), tras lo cual nos introducimos en pleno monte, pasando por el Monasterio de Oboma, justo antes de llegar a nuestro destino. Ésta segunda etapa finaliza en Campiello, en el mismo concejo. Nos alojamos en “Casa de Herminia”, donde la propia Herminia y su familia rebosan atenciones y servicios hacia nosotros. Dispone de una preciosa casa con 10 camas, un prado para los caballos, tienda agrícola con despacho de piensos, la que cuenta también con un bar. Allí cenamos y nos relajamos tomando unos cafés, tras lo cual nos esperan las acogedoras camas. Llevamos muchos años parando en esta casa, y seguiremos haciéndolo siempre que nos sea posible.
3ª etapa (Campiello-Grandas de Salime):
Salimos a las 8 de la mañana. Subimos por los morteros hasta las ruinas de los antiguos hospitales de peregrinos, todo por un precioso paisaje de alta montaña. Pasamos por el puerto de la Marta, y paramos a comer a mediodía en el alto del Puerto de Palo. Desde allí podemos apreciar la presencia imperturbable de los molinos eólicos que siembran la silueta de la sierra, observándonos desde lo alto.
Después de una ligera comida y de dar un buen atraco a la bota de vino, bajamos el puerto hacia Verdocedo, parándonos a charlar unos minutos con los vecinos de Monte Furado. Posteriormente hicimos otra parada en Verdocedo, donde dejamos descansar a nuestras monturas una hora, tiempo que tuvimos que apurar porque aún nos quedaban unos 20km de dura ruta. Esta parte del camino transcurrió subiendo al pueblo de la mesa, bajando al pantano y luego recorriendo 6km por asfalto hasta llegar a Grandas de Salime. Allí, jinetes y caballos, exhaustos por el largo trayecto nos alojamos en el albergue del pueblo, y tras firmar los credenciales, nos fuimos a dormir, ésta vez cansados de verdad.
4º etapa (Grandas de Salime- O Cadavo de Valeira):
Al igual que en el resto de etapas, comenzamos la marcha a las 8, dirigiendo nuestro camino hacia el ascenso del Puerto del Acebo. Allí realizamos una parada para refrescar nuestros caballos y tomar algo, y proseguimos por el duro camino hacia Fonsagrada, poblado de subidas y bajadas, donde llegamos a mediodía. El sol entorpeció nuestra jornada, atenazando a nuestras monturas con su sofocante presencia, y haciéndonos desear la llegada al albergue a cada minuto.
Al fin llegamos a O Cadavo de Valeira, donde las ganas que teníamos de llegar se truncaron en una desagradable sorpresa. En el albergue pudimos ducharnos y coger cama los que quisimos, pero no fue todo así.
Habíamos duchado el primer caballo, y cuando íbamos por el segundo caballo llegó el encargado del albergue, y con malos modales nos arrebató la manguera y nos echó del trozo de prado donde estábamos, con la consiguiente reacción de incredulidad y asombro por nuestra parte. En ninguno de los albergues donde hemos estado nos han impedido nunca utilizar el agua, ni mucho menos nos han tratado con malos modales, y en este caso no estamos nada contentos con el trato recibido por parte del encargado y de su mujer, que no rebosaban precisamente educación.
Pero sólo hemos dado con estos dos personajes poco agradables en nuestra travesía. En contraste, hay gente maravillosa, como una chica encantadora que tiene un Motel con un poco de finca con árboles y siempre nos deja tener allí los caballos.
Ésta pareja del albergue están puestos como encargados del albergue “a dedo” por motivos políticos, y no desempeñan nada bien su trabajo. Hay quejas de los peregrinos y las gentes del pueblo, debidas a su falta de atención con la gente, y no se hace nada por cambiarlo.
5ªetapa(O Cadavo de Valeira-San Román de retonta)
Al igual que el resto de los días, comenzamos nuestra jornada a las 8de la mañana. A la salida estábamos cubiertos por la niebla y el ambiente era fresco. Al transcurrir la mañana el calor fue apareciendo, y realizamos una pequeña parada en el bonito pueblo de Castro Verde. Tras cruzar infinidad de pueblos, llegamos a Lugo. La comida de mediodía la realizamos a la orilla del Río Miño.
Tras el descanso, y de nuevo a lomos de nuestros caballos recorrimos una serpenteante carretera comarcal que nos llevará al destino de nuestra quinta etapa, San Román de Retonta. Allí nos alojaremos en “el Mesón del Peregrino”, donde nos dan permiso para bañar nuestros caballos, y disponemos de un amplio aparcamiento verde para el camión y nuestro campamento. Rematamos la preciosa noche con una keimada que amablemente nos preparó el mesonero, incluidos conjuros a las bruixas. Tras el curioso momento, el merecido descanso.
6ºetapa (San Román de Retonta-Arzúa)
Esta etapa transcurre tranquila. En el trayecto recorremos senderos muy bonitos, pasando por gran variedad de pueblos y montes. La parada de mediodía la hacemos, ya desde hace varios años en la “pulpería Ezequiel”, en Melide. Disfrutamos durante unas dos horas del descanso y de la buena comida, que nos podemos permitir por tener suficiente tiempo para llegar a nuestro destino. El lugar elegido para pernoctar es el albergue”Ribadísimo” en Arzúa, donde disponemos de un enorme prado para los caballos y somos excelentemente atendidos por la amable encargada.
7ªetapa (Arzúa-Santiago de Compostela)
A las 8 de la mañana de nuevo sobre nuestras monturas. Abandonamos el albergue de Arzúa por un puente enlosado que cubre el río donde el día anterior habíamos bañado nuestros caballos. Tras cruzar el centro de Arzúa nos adentramos en una preciosa senda, en la cual nos encontramos con Taberna Vella, en la que hacemos una parada. Tras este descanso recorremos innumerables pueblos, hasta llegar a Arca, donde comimos.
Por fin llegamos al Monte do Gozo, donde acampamos y nos pusimos en contacto con la policía municipal para que nos dieran las oportunas diligencias para entrar en Santiago de Compostela al día siguiente. Una vez allí, hacemos los correspondientes trámites y sellamos nuestro pergamino de Jubileo.
Para despedirnos comemos todos juntos mientras comentamos todo lo transcurrido durante nuestro viaje.
Durante el viaje se ha hecho una media de 50km diarios, unas 6/7horas a caballo por día. Hemos seguido el llamado camino primitivo de Oviedo a Santiago, ya que hay otro por la costa.
El nombre de los compañeros de viaje son:
- Ángela (Antromero-Asturias), amiga e intrépida amazona
- Andrés (Madrid)
-Mikel (San Sebastián.P.Vasco)
- Pablos (Solis-Asturias)
-Juan (Gijón-Asturias)
-Jose (Carreño-Asturias)
-Jose (Gijón-Aturias)
El conductor que fue contratado para el viaje se llama Toni, excelente compañero de viaje y mejor persona, de La Caridad (Asturias).
Aquí dejo relatado nuestro viaje, para que lo aportéis a vuestro blog.
Un saludo, y quizás nos encontremos algún día recorriendo el camino